RITMO Y PULSACIÓN
LA BASE DEL RITMO: LA PULSACIÓN
La pulsación es el ritmo más simple, producido a partir de impulsos iguales, regulares y definidos. La educadora, puede crear pulsaciones con los dedos, con las manos o con un instrumento. La pulsación podrá ser más lenta o más rápida, pero siempre ha de tener la misma cadencia.
Aproximadamente hasta los 2 años, el niño sólo es capaz de asimilar esta cadencia, una vez haya asimilado esta pulsación, se puede introducir paulatinamente el ritmo.
La pulsación es un elemento imprescindible en las primeras etapas del desarrollo del niño y le acompaña durante toda la infancia.
DE LA PULSACIÓN AL RITMO
El ritmo lo marcarán las figuras musicales que componen las canciones, que podrá ser de corta o larga duración dependiendo de la melodía. Cabe decir que en el ritmo las figuras musicales coinciden con las silabas de la letra de la canción.
El ritmo no es monótono, sino que sigue la entonación de la canción
LA IMPROVISACIÓN Y LA CREATIVIDAD
Hay que dejar aflorar los aspectos creativos que todo niño lleva dentro y que se deben despertar desde que es pequeño. Potenciando su creatividad.
Es indispensable que la educadora trabaje diferentes modelos de improvisación para que el niño los interiorice. Se pueden cantar melodías diferentes con vocales, incorporar ritmos libres en las manos, brazos y pies, o acompañar los sonidos con gestos y movimientos.
La improvisación es fundamental para crear comunicación.
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