25 de marzo de 2016

LA DETECCIÓN DEL MALTRATO INFANTIL EN LA ESCUELA

LA DETECCIÓN DEL MALTRATO INFANTIL EN LA ESCUELA


Los centros infantiles se convierten en un lugar privilegiado para la detección del maltrato y las educadoras en los agentes principales de detección, además de los servicios sanitarios, vecinos…. El maltrato generalmente se produce en el hogar, por lo que se ha de detectar a partir de la observación del estado y comportamiento del pequeño y la familia. Los indicios o pistas que alertan sobre la posible presencia de maltrato, se concreta en una serie de indicadores:

  • Indicadores físicos:

    • Acude a la escuela sin desayunar.
    • Pide comida a los compañeros.
    • Usa siempre la misma ropa o ropa inadecuada.
    • Pelo sucio y olores desagradables.
    • Presenta heridas, raspaduras, mordeduras, golpes, quemaduras… y un desarrollo físico inadecuado.
    • Se muestra cansado en clase.
    • Su rostro manifiesta tristeza.
    • Acude enfermo a la escuela.


  • Indicadores de comportamiento
    • No quiere irse a casa. Actitud hipervigilante.
    • Actitudes defensivas ante cualquier aproximación física.
    • Poco expresivo y permanece callado. Cae mal a los compañeros.
    • Se muestra triste y llora sin motivo aparente.
    • Busca protección en la educadora. Se escapa de clase.
    • Poca empatía. Intenta ser el centro de atención.
    • Se aísla. Se muestra muy inquieto. Rompe objetos.
    • Se orina o se hace caca.
    • Muestra agresividad, pasividad y retraimiento.



  • Indicadores familiares
    • Quitan importancia a las conductas perturbadoras.
    • Rehúsan comentar los problemas del niño.
    • Son muy protectores y no ponen límites
    • Tratan de forma desigual a los hijos.
    • Culpan al niño de sus problemas.
    • Disciplina muy rígida y autoritaria.
    • Usa el castigo físico como disciplina.
    • No manifiestan afecto hacía el menor.
    • No tienen expectativas realistas sobre sus capacidades.
    • Manifiestan que su hij@ es de su propiedad.
    • Privan al menor de relaciones sociales.
    • Dejan al menor bajo la supervisión de personas extrañas.
    • Malas condiciones de seguridad e higiene.
    • No recogen al niñ@ del colegio.
    • Abusan de alcohol u otras drogas.
    • Utilizan al menor para tareas impropias de su edad.
    • Utilizan al hij@ como arma en caso de separación.
    • Manifiestan que quieren internarlo.

La detección de estos indicadores la realizamos a través de la observación. Tipos: la realizada a tod@ l@s niñ@s del centro, observando estos indicadores; otra más sistemática y continuada si sean visto inicios de situaciones anómalas.

Como profesionales de la educación debemos estar en condiciones de reconocer o identificar los signos de un posible maltrato.


PROBLEMÁTICA ANTE LA DETECCIÓN DEL MALTRATO

La detección de estas situaciones no suelen ser fácil y, a veces, aunque se detecten indicios más o menos claros, puede existir cierta reticencia a considerarlos como tales; de todas maneras, la educadora no diagnostica, simplemente comunica a los servicios especializados la existencia de indicios razonables para sospechar.

Ante la sospecha de que estamos ante una situación de maltrato infantil, tendremos que advertir al director/a de la escuela infantil, que será quién notificará esta situación, a partir de la cual se activará toda una secuencia de protocolos destinados a proteger a las víctimas.

Cualquier ciudadano tiene el deber y la obligación legal de notificar cualquier situación de maltrato que conozca.


Dificultades en la detección y consideración de situaciones de maltrato

  • Dificultades para la detección
    • No siempre es fácil su diagnóstico, muchos no llegan siquiera a sospechar
    • La ausencia de una definición omnicomprensiva, que permita reconocerlos sin grandes dificultades
    • Dificultad de diferenciarlos de las lesiones producidas de forma accidental
    • La formación profesional que se recibe sobre el maltrato es escasa o nula e impide identificar las lesiones
    • Criterios personales del propio profesional

  • Dificultades para la consideración o la comunicación del maltrato
    • Las lesiones son consideradas poco importantes.
    • No se sabe con seguridad, como se han producido
    • Miedo al pensar q el emitir un parte de lesiones equivale a poner una denuncia
    • Preocupaciones de índole personal del profesional: legales, económicas, comodidad, miedo…
    • Experiencias anteriores, en las cuales a pesar de comunicar la sospecha de maltrato a las autoridades, el niño sale más perjudicado que beneficiado porque :
      • El agresor ve en el niño el motivo de q se le investigue o interrogue y actuará posteriormente con más violencia.
      • Más valen unos malos padres que una buena institución
      • Consideran que no deben interferir en los asuntos privados de otras familias.




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