EL CONCEPTO DE CANTIDAD
EL PROCESO DE CUANTIFICACIÓN
Se adquiere posteriormente al de cualidad. La cuantificación requiere un proceso largo que puede surgir con el juego libre y con las actividades cotidianas. Ya que el entorno ofrece al niño/a infinitas posibilidades para experimentar con las cantidades.
En las escuelas infantiles, se suelen diseñar actividades para facilitar la observación y la manipulación, aprovechando situaciones en que se propicien las experiencias numéricas o de medida. Ejemplos:
- Cuando está delante de un espejo y se le pregunta cuántos ojos tiene.
- En el juego heurístico en el momento de la interacción de los objetos y durante la recogida.
- En los momentos de repartir material en el aula.
- Cuando se guarda o se vacía un recipiente.
- En los rincones cuando se propone que ponga un plato y una cuchara a cada muñeca.
- Cuando se celebra un cumpleaños o se celebra una fiesta.
FASES PARA LA ASIMILACIÓN Y EL DOMINO DEL CONCEPTO DE CANTIDAD
La adquisición del concepto de cantidad es fruto de un proceso de aproximaciones que siguen una secuencia concreta que podemos sintetizar en cuatro momentos:
- Primer momento
- Sensaciones a través del tacto del propio cuerpo: tócate y siente las diferentes partes del cuerpo.
- Experimentación de materiales diversos, (madera, metal, plástico, etc). La actividad para trabajar en este momento es la cesta de los tesoros
- Segundo momento
- Reconocimiento de las partes del cuerpo: tócate la nariz, muestra la mano, señala los ojos…
- Experimentación con materiales de las mismas cualidades (materiales inespecíficos). Se trabajan los conceptos mucho, poco nada, uno, dos… El juego heurístico es la actividad que se trabaja en este momento.
- Tercer momento
- Experimentación con materiales que tiene alguna diferencia en alguna de sus cualidades. Se trabajan los conceptos: los unos los otros, éstos son diferentes de…, menos que…, más que…, etc
- Cuarto momento
- Los educadores/as cuantifican sus acciones: “Pongo tres manzanas”, “Doy un lápiz”.
- Piden al niño/a la cantidad que quiere: “¿Cuantas peras quieres?” “Toma tres”.
- Piden al niño/a que cuantifique con la acción: “Coge dos naranjas”.
- Después, la acción, le piden que lo verbalice, es decir, que cuantifique oralmente: “¿Cuántas naranjas has cogido?”