24 de abril de 2016

EL JUEGO Y LAS RELACIONES SOCIALES

EL JUEGO Y LAS RELACIONES SOCIALES



Un niño ha de aprender a compartir los juguetes. Esto puede originar conflictos, ya que puede desear un juguete que tiene otr@ niñ@. Participando en interacciones lúdicas el/la niñ@ aprende hhss aunque también conductas menos adecuadas: Participación social en el juego


INCIDENCIA DEL JUEGO EN EL DESARROLLO SOCIAL.

No todos los juegos tienen la misma incidencia

a) Juegos de acoso y derribo

Aparece alrededor de los 3 años. Permite medir fuerzas, utilizar la fuerza sin dañar a sus compañer@s y manejar distintas formas de expresar la agresividad. Permite una manifestación controlada de la agresividad. Es un juego universal (imita la agresión) que aparece en todas las culturas, su incidencia varía de unas a otras. Influye el género, es más habitual en los niñ@s.

b) Juego sociodramático, juego simbólico de representación, ficción o dramatización

A partir de los 2 años, aumenta su frecuencia y complejidad/elaboración. Con la aparición de la función simbólica, el niñ@ empieza a utilizar símbolos que representan objetos que no están presenten.

Elementos del juego simbólico:
  • Personajes
  • Garvey (1997) los niñ@s representan 2 tipos de personajes:
    • De ficción: personajes de cuentos, TV o imaginarios.
    • Reales: Estereotipados. Permite saber el conocimiento social que tiene sobre los otros.
  • Contexto. Estos juegos se representan en un escenario que se establece al iniciar el juego en cuanto al repartimiento de los personajes y al tema de juego.
  • Normas. Los diferentes participantes van marcando las pautas del mismo. Si el bebé habla mucho, una de las participantes puede decirle “tú no puedes hablar porque eres un bebé”
Aprenden a negociar, a pactar para resolver conflictos y dificultades que aparecen en el juego, pueden ir modificando normas e improvisar nuevas situaciones.

c) Juegos y actividades cooperativas

El conjunto de juegos y actividades que podemos incluir bajo la denominación de cooperativos tienen como finalidad la consecución de un objetivo común por parte del grupo, supone una mayor interacción y colaboración entre sus componentes.

Se puede empezar a programar a partir de los 3 años; para empezar a introducirlo hay que dar el mínimo de instrucciones y de la forma más clara.

Actividades que favorecen la cooperación: realizar un mural con pinturas entre todos para decorar la clase.




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