DIFICULTADES Y CONFLICTOS EN EL DESARROLLO SOCIAL: EL COMPORTAMIENTO AGRESIVO
Agresión es cualquier conducta que pretende causar dolor o dañar a alguien o a algo. En la infancia son mucho más frecuentes las conductas amistosas. Las conductas agresivas les sirven como experiencias de aprendizaje. Las personas adultas les enseñan a resolver las situaciones de conflicto de una forma alternativa.
EVOLUCIÓN DE LOS RASGOS AGRESIVOS EN EL DESARROLLO SOCIAL
Alrededor del año y medio - 2 años, ya tienen la suficiente capacidad emocional y cognitiva como para sentir enfado o frustración ante algo que quieren y que no pueden obtener. En las escuela infantiles hay muchos niñ@s que consiguen lo que quieren mordiendo, pegando o empujando a sus compañer@s.
Este tipo de comportamientos supone dificultades en la convivencia diaria en los centros educativos y hay que buscar en cada momento la mejor estrategia para actuar. A veces la retirada de atención puede ser una medida adecuada, pero en otros casos es más útil el rincón/la silla de pensar. No hay que olvidar que a veces una pequeña charla con el menor y un abrazo, es la mejor solución.
Con la aparición del lenguaje, el menor cambia su forma de agresión, aparecen los insultos y las burlas. La forma de estos y la intensidad vienen determinada por los modelos que se les ofrecen. De todas formas, en este periodo irán disminuyendo las interacciones agresivas, a causa de la negociación aprendida en la interacción con los iguales o por las intervenciones con las personas adultas.
Algún@s niñ@s tienen un comportamiento altamente agresivo, manifiestan poca tolerancia a la frustración y no saben distinguir en los demás si una acción ha sido realizada sin intención de causar daño, por lo que suelen responder agresivamente ante cualquier provocación o cualquier acción que piensen que les molesta. Sí este tipo de conductas persisten, pueden llegar a tener dificultades importantes para adquirir un buen autocontrol que les permita un desarrollo moral y social adecuado.