13 de enero de 2016

PREVENCIÓN DE CONDUCTAS VIOLENTAS

PREVENCIÓN DE CONDUCTAS VIOLENTAS


Los padres tienen un papel clave en la prevención de la violencia. El que los niños se conviertan en agresores o victimas en la relación con sus iguales, depende en gran medida de las relaciones familiares y del comportamiento de sus padres.

Factores que inciden en la formación de conductas agresivas:

  • Una actitud carente de afecto y de dedicación, durante los primero años, incrementará el riesgo de que el niño o la niña adquieran conductas agresivas.

  • Si los padres utilizan habitualmente el castigo físico y el maltrato emocional para afirmar su autoridad, el pequeño los interiorizará como algo natural.

  • Una alta permisividad ante conductas agresivas de los pequeños también incide en la interiorización de éstos comportamientos y los favorece. Los padres deben poner los límites entre los que es tolerable y lo que no

  • Las discusiones entre la madre y el padre, si están presentes los pequeños, también conducen a la adquisición de modelos erróneos de solución de conflictos.

  • Ver la televisión, en función de los programas que vean, también puede contribuir a incrementar el nivel de agresividad.


El cariño y la dedicación de la persona que se encarga de la crianza del menor, unos límites bien definidos sobre las conductas que se permiten y las que no y el uso de métodos educativos correctivos no físicos, contribuyen al desarrollo de niños y niñas independientes y armoniosos.

Es un tema muy indicado para tratar en reuniones de grupo o escuela de padres.


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