HIGIENE BUCODENTAL

HIGIENE BUCODENTAL

Es importante introducir el aspecto del cepillado de dientes desde edades muy tempranas, ya que la adquisición del hábito es muy importante para el futuro de la salud mental. Se recomienda empezar a partir de los 18 meses, efectuando un cepillado después de cada comida. El más importante es el de antes de ir a dormir, ya que por la noche las bacterias proliferan más.

El aprendizaje y la adquisición del hábito de la higiene bucal tiene lugar en muchos casos en la escuela infantil, debido a dos motivos: en el hogar no se considera necesario hacerlo, porque el niño es muy pequeño y muchos niños se quedan a comer en la escuela infantil.

Hay que enseñarles todo el proceso, coger el cepillo, poner la pasta en él, y cepillarse desde las encías hacia los dientes o en los superiores de arriba abajo. A continuación se les enseña a enjuagarse la boca y a limpiar el cepillo y guardarlo.

El cepillo dental ha de ser pequeño, de cerdas muy suaves y puntas redondeadas. Es conveniente cambiarlo cuando pierde su forma.

Se ha de tener en cuenta que los pequeños requieren técnicas más sencillas debido a su limitación de destreza manual, por lo que los movimientos serán pequeños y circulares. Tienden a tragar parte del dentífrico, por ello el cepillado debe ser supervisado hasta los 7 u 8 años.

Se deben realizar revisiones y controles regulares en el dentista. Se deben establecer hábitos relacionados con el abuso de las golosinas, ya que los restos de azucares favorecen la proliferación de bacterias que facilitan la aparición de caries. Para paliar este efecto se puede obligar al niño a lavarse los dientes después de haber consumido golosinas.