CUENTOS POR EDADES
Es necesario clasificarlos por edades para orientarse sobre la idoneidad. Las características recomendables para cada cuento por edad son:
NO LECTORES (0-3 AÑOS)
Les resulta estimulante la ilustración, ya que a partir de ella entienden la narración relacionándola con su entorno. De este modo se mostrarán más participativos.
El argumento debe ser muy sencillo y la temática no debe ser ajena a la realidad. Será bueno que puedan identificarla y relacionarla con ambientes, personajes, compañeros/as, animales de compañía y actividades que les sean conocidos.
El libro debe estar hecho con cartón para que puedan manejarlos a su antojo. Se pretende que los niños/as se familiaricen con diferentes texturas. Deberá estar confeccionado con plásticos, telas, cartulinas, e incluso adhesivos, colores, sonidos, y otros elementos interactivos.
A medida que avanza en este período, los niños/as mostrarán un mayor grado de comprensión y serán más exigentes; los argumentos serán más sencillos y de corta duración.
PRELECTORES (3 A 5 AÑOS)
Se pueden introducir temas fantásticos y ficticios. Los cuentos de animales pueden ser muy válidos en un principio, especialmente si están humanizados y los personajes realizan tareas cotidianas similares a las suyas.
Más tarde les gustaran los de gigantes, princesa, castillos…
Para favorecer el aspecto lúdico como y el educativo, es importante que las niñas/os participen en él: por ello es conveniente que existan repeticiones rimadas, juegos de palabras o diálogos que puedan repetir imitando a los personajes.
A pesar de que la ilustración pierde importancia, en la primera parte de este período continúa siendo esencial para facilitar una representación mental de la narración.
PRIMEROS LECTORES (A PARTIR DE 5 AÑOS)
La fantasía, la creatividad y la imaginación son los baluartes de los niños/as. Su capacidad de comprensión y expresión les permite una mayor complejidad argumental y temática. La trama adquiere mayor importancia, y son capaces de tolerar formatos más largos.
Los personajes fantásticos se diversifican y aparecen en un número cada vez mayor en cada cuento, se amplía la presencia de personajes secundarios. La figura del héroe empieza a cautivar, ya sea un personaje humano, (niño/a) o un animal humanizado (con el que el pequeño se siente identificado).
Al final de este período, las niñas/os son capaces de mirar cuentos sólo, siguiendo las ilustraciones y fijándose en sus detalles, por ello la imagen sigue siendo importante. Sin embargo, poco, a poco irán leyendo cuentos sin ilustraciones.
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