30 de enero de 2016

PARAMETROS E INSTRUMENTOS PARA EL SEGUIMIENTO DEL CRECIMIENTO: CONTROL Y SEGUIMIENTO A TRAVÉS DE LA OBSERVACIÓN

PARAMETROS E INSTRUMENTOS PARA EL SEGUIMIENTO DEL CRECIMIENTO: CONTROL Y SEGUIMIENTO A TRAVÉS DE LA OBSERVACIÓN


TIPOS DE OBSERVACIÓN

La observación puede ser más sistemática o menos, en función de los instrumentos de recogida de información y del momento en que se apliquen.

  • Pautas de observación del natural y registros. Para obtener y recoger datos sobre aquellos aspectos que informan de si se cumplen o no las intenciones educativas y los niveles de desarrollo en el entorno educativo.

  • Entrevistas y cuestionarios. Para obtener información en los entornos familiar y comunitarios. Existen modelos e instrumentos de pauta de observación, entrevistas o cuestionarios para realizar un seguimiento del proceso de crecimiento. Éstos pueden ser útiles para mostrar aspectos a valorar, pero es importante adaptarlos a cada necesidad y asegurarse de que la información que se recoge, corresponde con la que se está analizando.

ASPECTOS A OBSERVAR

Los aspectos a valorar mediante la observación son:
  • La alimentación. Está directamente relaciona con el crecimiento; hay que asegurarse de que la dieta es completa, variada y rica en nutrientes. Es necesario conocer la hora y frecuencia de las comidas.

  • La higiene. Es otro aspecto importante a considerar, ya que su ausencia puede provocar infecciones y enfermedades y afectar al crecimiento.

  • El descanso. Son aspectos en los que incidir en edades tempranas. El crecimiento y desarrollo en esta edad necesita unos ritmos correctos y hay que ser cuidadoso en las horas y frecuencia del sueño. Conviene que el niño se acueste tranquilo y relajado.

  • La relación con los demás. Es importante para el desarrollo afectivo, aunque también facilita y promueve el crecimiento. Es necesario controlar si hay una búsqueda de contacto con otros niños /as o con adultos, con qué intención se comunica, si necesita ayuda para seguir su actividad, si quiere estar acompañado en ésta, si se comunica verbalmente o por gestos…

  • La relación con el entorno físico. En ambientes poco estimulantes se consiguen tallas y pesos inferiores a los que corresponden por edad. Se ha de tener en cuenta la calidad del medio, si es rico, si está dotado de recursos suficientes y estimulantes, si está adaptado a las necesidades y posibilidades, si es accesible, seguro y saludable, etc.

  • La actividad que realiza. Observando como y por donde se mueve el niño/a, si tiene interés por investigar, conocer, buscar, tocar, observar, si cambia con facilidad de actividades o por el contrario pasa mucho tiempo con la misma.
Es necesario conocer que juguetes son sus preferidos, en que espacios se encuentra mmás a gusto y en que momentos muestra más interés por su actividad.

La información que se obtenga en el seguimiento debe ser compartida, mediante informes, por todos los sectores que intervienen en el proceso del crecimiento. Es necesario que exista esta coordinación para optimizar los recursos.

CONTROL Y SEGUIMIENTO PEDIÁTRICO

Es necesario establecer una serie de pautas y controles para comprobar si todos los parámetros que nos aportan información sobre el crecimiento se mantienen dentro de la normalidad. La supervisión del crecimiento y desarrollo es competencia del pediatra.

LA EXPLORACIÓN DEL RECIÉN NACIDO

La primera evaluación que se les hace es el test de Apgar, consiste en puntuar a los bebes entre 0 y 2 puntos en funciones de estos parámetros: pul/min, tipo de respiración, tono muscular y color de la piel. También se explora la consistencia del pelo, la presencia o ausencia de grasa en la cara, cuello, tronco, brazos y glúteos.


CONTROLES PEDIATRICOS SISTEMÁTICOS DEL BEBE Y DEL NIÑO/A

En los criterios mínimos en prevención y promoción de la salud materno-infantil, el Ministerio de Sanidad y Consumo recomienda la realización sistemática de exámenes de salud con la cronología y contenido que se detallan:



CONTROL Y SEGUIMIENTO DEL CRECIMIENTO

Los parámetros de control se reducen al control de la talla, peso y perímetro craneal y torácico. Estos parámetros se miden con los instrumentos necesarios y siguiendo un proceso determinado, después se relacionan con unas tablas de referencia para saber si el sujeto se encuentra dentro de los límites de variación normal.

Las tablas de crecimiento recogen una serie de valores de peso y altura para cada edad y que permiten describir el crecimiento promedio, es decir, indican cuantos niños/as tienen un peso, talla o altura superior o inferior de entre un grupo de 100.

Son patrones de normalidad aquellas puntuaciones que se sitúen entre el percentil 3 y el 97. Si están por debajo o encima de estos parámetros, hay anomalías ; aunque no significa que haya una enfermedad o trastorno.


LAS MEDICIONES

La medición de la talla. Se mide desde los pies a la cabeza (medida del eje > del cuerpo).

  • Medición del lactante hasta los 2 años. La longitud se refiere a la talla obtenida en posición de cúbito supino (boca arriba), que es como se realiza la medida hasta los 2 años. Los aparatos para medir la longitud constan de una tabla horizontal graduada y dos soportes perpendiculares a ella, uno fijo para la cabeza y otro móvil para los pies.
Se coloca al bebe sobre la tabla, se le sujeta la cabeza contra el soporte, y se le estiran las piernas, al mismo tiempo se desplaza el soporte móvil hasta que llega a los pies. 
Es conveniente que se realice entre 2 personas.

  • Medición a partir de los 2 años. La estatura se refiere a la talla obtenida estando el sujeto de pie, así se realiza la medición a partir de los 2 años. El instrumento más utilizado es el tallímetro. Consta de una tabla vertical graduada con un soporte horizontal móvil que desciende hasta la cabeza.
La persona se sitúa de pie (descalza), con los pies juntos y con los talones, nalgas, espalda y cabeza en contacto con la tabla. Se le pide que inspire y, en ese momento se hace descender el soporte hacia la cabeza, presionando ligeramente para minimizar el efecto del grosor del cabello. 
Otra forma es la medición de la longitud del talón- rodilla, mediante la
knemometría ya que el crecimiento de un miembro aislado se presupone que es representativo del crecimiento en todo el cuerpo.

La medición del peso. Se trata de la medida de la masa corporal. Se utiliza como parámetro nutricional, no es tan preciso como la estatura. Por eso, su uso como dato aislado no tiene demasiada utilidad, por lo tanto se utiliza en relación con la talla.

Con niños/as menores de 2 años, se usa una báscula que permita ponerlos sentados o tumbados. Para los mayores de 2 años se usa una báscula con plataforma. Debe realizarse sin ropa y sin calzado.

El peso se valora en relación con la edad.


La medición del perímetro cefálico. Refleja de manera indirecta, el volumen intracraneal y el crecimiento cerebral. Es un parámetro que indica si ha existido una malnutrición fetal y se refleja en los primeros 2-4 años.

Debe realizarse por lo menos hasta los 3 meses, en caso de detectarse algún
problema, debe prolongarse su seguimiento y medición por un especialista hasta los 5 años.

El perímetro cefálico es la circunferencia de la cabeza, medida, generalmente, a la altura del occipucio y del hueso frontal. La medición se ha de llevar a cabo con una cinta métrica flexible e inextensible.

Parámetros normales 3-97.


La maduración ósea. Uno de los problemas para la medición del crecimiento, se basa en que el grado de maduración de un individuo no siempre se corresponde con su edad cronológica.

La medición de la maduración ósea se realiza mediante una radiografiá de la mano izquierda, pie o rodilla, estos últimos en recién nacidos y lactantes. Su valoración se ha de comprobar con valores estándar de la población, existiendo para este fin tablas de referencia. De esta manera se puede considerar que la edad ósea de una persona es avanzada, normal o retrasada.

La maduración ósea, debe estar en consonancia con la talla y la edad cronológica. Se considera que hay alteraciones cuando existe un retraso en la maduración ósea superior a 2 años.

Este indicador es válido desde el nacimiento a la madurez, es un parámetro de gran importancia, para valorar la importancia de un tratamiento sobre el crecimiento, y sobre todo es uno de los datos más útiles para pronosticar la talla final. La predicción de la talla, es un instrumento importante para grupos de niños que no siguen un patrón de crecimiento normal.




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