COEDUCACIÓN
La coeducación, se ha ido abriendo paso durante los últimos años dentro del sistema educativo español a partir de diversas experiencias que han ido cuestionando los planteamientos tradicionales de un modelo educativo que confundía la igualdad de acceso a la educación con la educación para la igualdad de oportunidades.
Estas experiencias se han encargado de desmentir esta idea y han detectado ámbitos del proceso educativo y de sus resultados en los que se pone de manifiesto que esa supuesta igualdad no existe hoy por hoy, en la escuela todavía perduran elementos que reproducen y perpetúan el sexismo y las diferencias entre los futuros hombres y mujeres que formaran nuestra sociedad.
Los nuevos retos a los que se enfrenta el sistema educativo: la interculturalidad, el respeto al medio ambiente, la normalización del uso de idioma extranjero, la necesidad de aportar resultados, etc., han podido desviar la atención sobre la Igualdad de Oportunidades en la educación y, en ocasiones, se ha podido llegar a pensar que la batalla por la igualdad entre hombres y mujeres estaba ganada. Sin embargo, un análisis detallado de la situación actual demuestra que aún queda mucho por hacer para garantizar la Igualdad de Oportunidades en la educación de los niños y las niñas.
¿Cómo llevar a la práctica
la coeducación en la escuela?
Siempre que se formula esta pregunta surge el debate
de la transversalidad, es decir, si la práctica coeducativa
debe implementarse a través de una asignatura
específica o si debe estar presente en todas las materias
y los espacios del currículo.
En la práctica coeducativa se ha apostado por desarrollar
una estrategia dual en la que se combinen de forma
paralela acciones concretas y transversales que
contribuyan a avanzar en el modelo coeducativo. Para
ello es necesario contar con un foco principal (interno,
el mismo centro educativo; o externo, personal
técnico de los organismos encargados de velar por
las políticas de igualdad) desde donde se coordinen,
impulsen y supervisen las propuestas de actuación en
materia de coeducación.
Las ventajas de esta estrategia dual son que garantiza
la integralidad de la actuación en todas las áreas,
actividades, tiempos y espacios y, a su vez, permite
reforzar los resultados mediante acciones concretas y
puntuales.
No obstante, para poner en marcha esta estrategia
dual hay que tener en cuenta los siguientes requisitos:
- La existencia de un Proyecto de Centro Educativo en el que la coeducación esté planificada, coordinada y tenga en cuenta los recursos disponibles para optar por la vía más adecuada para su desarrollo.
- La implicación por parte del centro educativo, por el claustro en su conjunto y por el profesorado que la han de poner en práctica, además del resto de agentes de la comunidad educativa.
- La necesidad de cierto conocimiento y competencia en la materia, por lo que su abordaje no se puede realizar sin una formación progresiva y específica del profesorado y las y los responsables de la educación.
La familia, como agente de socialización,
puede ser parte activa e impulsora de los postulados
de la coeducación. Su participación, de forma
coordinada con el centro, en el proceso educativo de
los niños y las niñas ha de velar por la coherencia y
reforzamiento mutuo de los valores y ejemplos desarrollados
en ambos espacios de socialización, la escuela
y el hogar.
Además, los medios de comunicación y difusión, especialmente
la televisión, son agentes educadores activos
que pueden servir para vehicular campañas de
sensibilización a la sociedad con mensajes sobre
igualdad (reparto de responsabilidades domésticas,
conciliación de vida laboral y profesional, lucha contra
la violencia de género, en contra de estereotipos sexistas,
etc.) impulsados por las instituciones públicas
en el marco de las políticas de igualdad de oportunidades.
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