AUTOCONCEPTO
El autoconcepto es la imagen que tiene una persona de sí misma. Engloba el conjunto de opiniones, ideas, valoraciones y sentimientos que cada individuo forma sobre su propio yo. Hacen referencia a sus características y capacidades tanto personales (habilidades, rasgos físicos, etc.) como sociales y pueden ser valoradas como positivas o negativas, dando lugar a diferentes sentimientos.
Tener una imagen positiva o negativa de uno mismo va a determinar de forma importante la manera de actuar en diversas situaciones.
Esta imagen propia está además estrechamente relacionado con la autoestima de las personas. Un autoconcepto positivo es el primer paso para una autoestima adecuada.
Es por ello que debemos prestar atención a la formación del autoconcepto de los niños y niñas y contribuir a que la imagen que tengan de ell@s mismos sea adecuada y positiva. De esta manera se desenvolverán con soltura en las diversas situaciones y tendrán una autoestima sana.
La formación del autoconcepto comienza en la niñez, siendo esta etapa crucial en el proceso, ya que la imagen que se forma en estos primeros momentos suele acompañar a la persona durante toda su vida. Si el pequeño se percibe con capacidades para enfrentarse a las cosas, con habilidades y con cualidades positivas, será un adulto con una sana autoestima y capaz de hacer lo que se proponga. Por el contrario, si el pequeño se percibe como incapaz, con habilidades y capacidades negativas, tendrá en el futuro una baja autoestima y le costara conseguir sus metas y enfrentarse a retos.
El autoconcepto no es algo innato, cada persona lo va construyendo a lo largo de su desarrollo, a través de dos vías fundamentales, en primer lugar las experiencias que vive y de las valoraciones que hace de las mismas y en segundo lugar a través de las opiniones y valoraciones que recibe de los demás.
La familia y la escuela constituyen las dos principales influencias de formación del autoconcepto. En la escuela, los niños y niñas pasan por múltiples experiencias de éxito y de fracaso, tanto a nivel académico como social, es el lugar donde prueban sus habilidades.
En su paso por el colegio, los niños y niñas, reciben mucha información sobre su forma de pensar y de resolver problemas. Si contribuimos a que los pequeñ@s creen una imagen positiva de sí mismos en cuanto a su capacidad académica, se percibirán como competentes, capaces y eficaces, lo cual es fundamental para sus futuros éxitos o fracasos.
PAUTAS GENERALES
Veamos un ejemplo: La tutora de Paula, les ha dicho a sus padres que sospecha que puede tener dislexia. Los padres de Paula acudirán a un especialista para comprobarlo. Entre ell@s, hablan en susurros, tratan de hacerlo cuando la niña no está presente, evitan hacer ciertos comentarios. Paula percibe que algo que no es normal le sucede. Si realmente tiene dislexia, pensara que es algo malo y que debe ocultarse.
Tener una imagen positiva o negativa de uno mismo va a determinar de forma importante la manera de actuar en diversas situaciones.
Esta imagen propia está además estrechamente relacionado con la autoestima de las personas. Un autoconcepto positivo es el primer paso para una autoestima adecuada.
Es por ello que debemos prestar atención a la formación del autoconcepto de los niños y niñas y contribuir a que la imagen que tengan de ell@s mismos sea adecuada y positiva. De esta manera se desenvolverán con soltura en las diversas situaciones y tendrán una autoestima sana.
La formación del autoconcepto comienza en la niñez, siendo esta etapa crucial en el proceso, ya que la imagen que se forma en estos primeros momentos suele acompañar a la persona durante toda su vida. Si el pequeño se percibe con capacidades para enfrentarse a las cosas, con habilidades y con cualidades positivas, será un adulto con una sana autoestima y capaz de hacer lo que se proponga. Por el contrario, si el pequeño se percibe como incapaz, con habilidades y capacidades negativas, tendrá en el futuro una baja autoestima y le costara conseguir sus metas y enfrentarse a retos.
El autoconcepto no es algo innato, cada persona lo va construyendo a lo largo de su desarrollo, a través de dos vías fundamentales, en primer lugar las experiencias que vive y de las valoraciones que hace de las mismas y en segundo lugar a través de las opiniones y valoraciones que recibe de los demás.
La familia y la escuela constituyen las dos principales influencias de formación del autoconcepto. En la escuela, los niños y niñas pasan por múltiples experiencias de éxito y de fracaso, tanto a nivel académico como social, es el lugar donde prueban sus habilidades.
En su paso por el colegio, los niños y niñas, reciben mucha información sobre su forma de pensar y de resolver problemas. Si contribuimos a que los pequeñ@s creen una imagen positiva de sí mismos en cuanto a su capacidad académica, se percibirán como competentes, capaces y eficaces, lo cual es fundamental para sus futuros éxitos o fracasos.
PAUTAS GENERALES
- Cuida lo que dices y tus actitudes hacia los más pequeñ@s. La primera imagen que forman los pequeñ@s viene dada por como perciben que les ven las personas más cercanas.
Veamos un ejemplo: La tutora de Paula, les ha dicho a sus padres que sospecha que puede tener dislexia. Los padres de Paula acudirán a un especialista para comprobarlo. Entre ell@s, hablan en susurros, tratan de hacerlo cuando la niña no está presente, evitan hacer ciertos comentarios. Paula percibe que algo que no es normal le sucede. Si realmente tiene dislexia, pensara que es algo malo y que debe ocultarse.
- Evita etiquetas: en relación a lo anterior --> no etiquetes al pequeñ@, pues el/ella formará su autoconcepto con lo que tú le digas de sí mism@.
- Evita los refuerzos negativos y emplea los positivos.
- Transmítele expectativas. Cree y confía en sus capacidades. Si el niño o la niña percibe que confías en que puede hacerlo, que crees en sus capacidades, creerá entonces en sí mism@.
- Transmítele una imagen positiva. Trata de decirle las cosas positivas que tiene, en ocasiones nos centramos en lo que hacen mal o en los defectos que tienen. Las cosas positivas las damos por hechas y no solemos reforzar a los más pequeñ@s con estos aspectos. Ojo, no confundas con no reñirle o decirle lo que hace mal. Es decir si el pequeñ@ hace algo mal, debes decírselo, pero también cuando haga algo bien.
- No le sobreprotejas. Deja que el niño y/o la niña haga las cosas por sí mism@. Si ellos solos van haciendo las cosas, comprobaran que tienen habilidades y creerán en sus capacidades. Si proteges al niñ@ demasiado y no le dejas enfrentarse solo a sus dificultades, y al contrario se las evitas o solucionas, el niñ@ atribuirá los logros, la superación de esas dificultades a factores externos a sí mismo.
- Ayúdale a tomar sus propias decisiones. Dale seguridad para la toma de sus propias decisiones. Explícale en que consiste cada opción y lo que puede conseguir con cada una de ellas.
ACTIVIDADES QUE SE PUEDEN REALIZAR CON LOS NIÑ@S DE EDUCACIÓN INFANTIL (3-6 AÑOS)
- Me dibujo.
En esta actividad, pediremos a los niños y niñas que se dibujen y que nos cuenten como son. Color de pelo, color de ojos, ropa que llevan, etc.
Para hacer esta actividad también podemos usar una fotografía.
- Me gusta no me gusta.
Les pediremos a los pequeñ@s que nos digan cosas que les gustan y que no les gustan. Puede ser cualquier cosa comidas, colores, actividades, etc.
- Digo algo bonito de mí.
El niño o niña debe decir una cosa bonita o buena de sí mism@. Algo que haya hecho bien, que se le dé bien.
- Me identifico con...
En este caso, se trata de elegir un cuento o una serie de dibujos animados y hacer que los pequeñ@s elijan un personaje. Le preguntaremos porque ha elegido ese personaje, que cualidades le gustan y cuáles no del mismo.
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